Equivocación Docente
Maestra, tengo una necesidad
que es más fuerte que yo
de decirle que no es la letra “a”
sino que es la letra “o”.
Esa inusual equivocación
es menester que se corrija
para que así todo el salón
confíe en lo que usted le diga.
Disculpe usted mi atrevimiento
que quiera su clase corregir;
siento que es propicio el momento
para que usted pueda proseguir.
El alumno de pensamiento inquieto
guardó silencio al hacer su exposición
esperando la respuesta del maestro
a ver si le daba aprobación.
el silencio se hizo extenso
podría decirse que casi sepulcral;
en eso sonó el timbre del receso
y todos salieron a jugar.
Apenas empezó la clase
la maestra en un acto justo
quiso corregir aquel impase
aprovechando que estaban todos juntos
Mi alumno tiene razón:
me confundí al hacer el planteamiento
Por eso agradezco la intervención
y voy a corregir sin miramientos.
Maestros como los de este relato
parecen ser menos cada día
que asumen sus errores en el acto
con sencillez, humildad, y valentía.
*****
- Autor: Alejandro José Diaz Valero ( Offline)
- Publicado: 1 de abril de 2011 a las 00:17
- Comentario del autor sobre el poema: Ahora le toca el turno a esos maestros y maestras ilustres, que a pesar de su calidad demostrada como docentes, de vez en cuando cometen una equivocación en el aula, y algún alumno se percata del error, asumen un rol protagónico, ensalzando al alumno y aceptando públicamente el haberse equivocado. Sin duda, dicha acción los engrandece.
- Categoría: Sociopolítico
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Comentarios4
amigo que interesante tu poema me encanto leerte,,,,
muy bueno tu poema,,,,,
laguna zul,,,,
Hola amiga, mi saludo efusivo para tí. Gracias por acompañarme en este asimyo educativo.
Recuerdo dos cosas.
1.- cuando daba clases en primer grado, había puesto en la tabla del uno lo siguiente:
1+1= 1
y una madre me decía que corrija y yo insistía que estaba bien hasta que , me di cuenta. tuve que corregir.
2.- Cuiando mi hijo estaba en la escuela , la profesora mandó un deber de quegrados, que según lo que yo sab´+ia y entendía, se hizo bien. La profesora, dijo que estaba biem.Tuve que decirle que estaba equivoocada péro ella no lo admitía . hasta que el profesor de sexto más experimentado llego y me dió la razón. No le quedó más remedio, que volver a explicar la clase a los alumnos, jejej ves sucede a menudo
besos.
Hola amiga negra..Vaya que has pasado por la experiencia planteada desde los dos ángulos, cuanyo me alegra qye hayas salido airosa en ambos,
El error es de humanos, y siempre quien mas explica, mas se complica, por esa razón siempre hay posibilidad de equivocaciones docentes. Lo importante es que haya también esa disposición y humildad para reconcer el error y aceptar las correcciones del caso,
Un abrazo amiga, me ha gustado que comentes tu experiencia muy a propósito del tema planteado,
Mi admiración y respeto para ti!!!
Claro, que ya no hay de ésos. Pero eso sí, la palabra del maestro tenía mucha validez frente a los papás de uno... Je je je... Que nos ponían unas zurras bien dadas, cuando el maestro frente a ellos nos acusaba...
Lamentablemente o afortunamente tal vez, esas épocas han pasado, y aveces nos toca a los padres al revisar las tareas escolares de nuuestros muchachos hacer algunas correcciones a sus maestros y por supuesto hacerselo saber a través de notas escritas. Eso le da valor y dinamismo al procesoi de aprendizaje y a la relación entre padres y representantes.
Ningúna persona se encuentra exenta de desaciertos y la grandeza de un Ser humano debe ser reconocer, rectificar y aprender de cualquier error para continuar adelante en el camino de la vida.
Un abrazo Alex.
Si amiga, me solidarizo con tu reflexión, la cual cobra fuerza en el área de la enseñanza, ya que un error de un maestro puede convertirse (si no se corrige) en un error multiplicado.
Gracias por tu presencia activa en estos menesteres.
Un abrazo!
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