A ANTONIO

GILDA

Cuando repiqueten, los tambores en la Semana Santa

Quizás mire a tu sitio, y tu no estes

Otro compañero ocupara tu lugar

Ya no podre hablarte mirandote al pc

y tu decirme no te escucho miramé.

 

Cuando el sonidos de trompetas rompa en la madrugada sevillana

quizás mira a tu sitio, y me diga a mi misma

que lujo para otros compañeros disfrutar de tu profesionalidad

 

 

Cuando el azahar caiga a radiales en las calles sevillanas

entraré por la mañana en la Oficina

y seguramente, una luz se halle encendida

o el aire a pleno pulmon

por que nadie nos recordo que apagados estaban mejor

 

 

Cuando llegue el olor a brasas y se junte con la hora de salir

ya no podré lanzar gomas al aire, por que nunca supe darte

en tu incipiente calvicie.

 

 

 

Y cuando llegue el cambio de hora, el relog no cambiará

por que quizás se nos olvide que es octubre, y que tu ya no estas

para cambiarlo con sutil tranquildad.

 

Y cuando recorten horarios para mostrar a Sevilla los pasos

tu seguiras demostrando tu profesinalidad

y tu saber estar.

Otros compañeros lo verán y lo disfrutarán

Mientras te añoramos compañero

de inmensa moral

De educados gestos, un profesional.

 

Perdona si te llamo, ya no por tu santo

sino para que me sigas enseñando algo.

 

Seguro que donde vas, sabrán a ti valorar

pues a nadie le es indiferente tus modales,

tu bien quehacer, tu profesionalidad.

 

Amigo, cuando te vayas

no  nos olvides, jamás

pues mirare hacia aquel lugar

donde aparecia un perfil

de gran concentración,

de alegria, y de tristreza

de teson y de endereza

de tenazidad y gran personalidad

Antonio, querido compañero

En alguna oficina del futuro espero

coincidermos.

Tu con mas calvita y yo con mas arrugitas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Autor: GILDA (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de abril de 2011 a las 22:11
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 46
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