Como arena que se escapa
Entre los dedos de una mano
Es esta vida tan insensata
Llena de curvas y de estragos
Es la esencia en la que el tiempo
Pasa raudo en veloz carrera
Partiendo, en dos, al poderoso viento
Para él, no hay descanso ni espera
Es el golpe de las realidades
La fugacidad de los momentos
El vaivén de los malestares
La paz y la ira, en su encuentro
Es el problema de los relativos
De la ausencia de lo absoluto
Es la pendular caída del vivo
Que regresa a cobrarnos tributo
Es el camino escabroso y serpenteado
Llenando el paisaje de tantos senderos
Entre soluciones que se han agotado
En un laberinto se aguanta el encierro
Apuntando la bala arbitrariamente
Desconocimiento en el próximo paso
Y de alguna manera sintiendo deleite
Cuando el conocimiento se muestra escaso
Sin saber la fecha en que expira
El boleto de esta impredecible obra
Por eso el alma tranquila suspira
Desconociendo de su zozobra
Es el sufrimiento de lo equivocado
El conocimiento que es recogido
A veces el raciocinio es desplazado
A veces el sentimiento es reprimido
Hasta lo simple se vuelve complejo
Cuando el pensamiento es un arcoíris
En diferentes tonos las respuestas
Desde un tal Yahveh hasta algún Osiris
Son las elecciones que hace la esencia
Para encontrar, en otros, parecido
Hallando el sentido de pertenencia
Perdiendo el miedo a lo desconocido
Y es que son las medias respuestas
Las que nos ayudan a estar vivos
Cuando en la mente hay constante gresca
Por encontrarle, a todo, un sentido
Son las limitaciones del tiempo
Son las limitaciones del espacio
Son los placebos de nuestra mente
Consumidos desde el prefacio
Lo somos todo y no somos nada
Somos el paraíso de las especulaciones
Rondando los jardines de la ignorancia
Comprando ideas para acallar temores
Es la pérfida vida siempre mentirosa
O tal vez cierta pero imperceptible
Confundiéndolo todo con su prosa
Con aquella retórica irresistible
Dentro de un cuarto lleno de espejos
Para distorsionar la personalidad
No hay otra salida más que romperlos
Para encontrar la propia verdad
Es el espejismo de la certidumbre
De la felicidad y la paz perpetua
Aquella que acepta la muchedumbre
Pero que está, de mentiras, repleta
Lo eterno se reduce a lo temporal
Lo absoluto no es más que relativo
Lo omnipotente es tan solo irreal
La perfección es el atributo perdido
Las hojas seguirán volando por el aire
La arena retorna otra vez al desierto
Las hojas van flotando en ignoto baile
Solo tienen al suelo como destino cierto.
Andrés Ruiz H.
- Autor: rouz64251 ( Offline)
- Publicado: 18 de abril de 2011 a las 15:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
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