Quisiera borrar mi pena,
olvidando lo que no puedo.
Una yaga clavada en mi alma,
en mi pecho te llevo.
Como un jilguero que canta en la mañana,
y después llora sin consuelo.
Lágrimas amargas, no brillan los luceros.
La soledad te envuelve, amargos recuerdos.
Este amor que olvidar, ni quiero ni puedo.
Ahora llorar solo puedo.
Este naufragio en la noche, sin estrellas ni lucero.
Esta sed de amor que en mi pecho clavada llevo.
Ya no hay sonrisas, solo refugio de consuelo.
Romper el silencio, con lágrimas que en mi pecho llevo.
Y gritar al viento; mi amada, te quiero.
Para mi esposa, María del Camino.
- Autor: Manuel Ayuste ( Offline)
- Publicado: 27 de abril de 2011 a las 07:40
- Categoría: Amor
- Lecturas: 146
Comentarios3
MUY HERMOSO MUY BUENO FELICIDADES POR TUS LETRAS MANUELITO
gracias agradezco mucho tu atencion
Bello poema dedicado a tu esposa
es una ternura de amor.... me encanto leerte.
Saludos a los dos....LEV
saludos de tu amigo manuel
Bellisimo amigo, para tu adorada esposa eso habla muy bien de ti
saludos
garacias de tu amigo manuel
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