Tengo, controlo, destruyo
Y vuelvo a crear los sonidos.
Busco el orden, la piedad
e intento ver el feliz rostro
de la muerte.
Resucito, siendo inmortal
sin la sangre de los dioses,
retorno a mi centro,
desequilibro tus sentidos,
aprendiendo a escuchar
el llanto de las estrellas hermanas.
- Autor: tiburcio de la sonec ( Offline)
- Publicado: 30 de abril de 2011 a las 22:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: vincen
Comentarios2
original muy bueno
Ñandejara!!!
Besos
Carmen
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