En la soledad busco refugio,
solo veo horizontes lejanos,
el sol se esconde,
un mar de gaviotas,
y nubes a merced del viento.
Un amor roto, solo dolor,
corazón que se ahoga en lágrimas.
Si respiro es porque vivo para amarte,
soy náufrago a merced de las olas,
busco tu calor en las noches frías,
una ilusión que se desvanece,
sonrisas que se ahogan dentro de mi alma.
¿Quién llora? ¿Quién te sonríe?
En mi pecho llevo una yaga,
solo tú, mi amada, puedes quitarla.
Tengo un pensamiento,
que por dentro me desgarra,
tenerte en mis brazos,
en una noche callada.
Amarte en silencio,
y despertar junto a ti, mi dulce amada.
Tú, que dabas todo por nada,
ahora yo,roto,lloro en nuestra almohada.
Para mi esposa querida, María del Camino.
Mi niña, te querré siempre.
Un amor que nunca muere.
Te buscaré por las estrellas,
y te encontraré sin esfuerzo.
- Autor: Manuel Ayuste ( Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2011 a las 06:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 187
Comentarios1
Añoranza del dulce amor. Bello poema, repleto de sentimiento.
Enhorabuena amigo. Un abrazo,
Pinona
Muchas gracias por tu atención. Un abrazo
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