El cuarto en penumbras
se vistió con encajes,
cubriendo el suave lecho
con pétalos de escarcha.
La luna se entremete
tímida en la persiana,
lanzando un débil rayo
furtivo hasta la almohada.
Donde hoy serenamente
descansa allí mi amada.
No temo despertarla
por fijar la mirada.
En flores blanquecinas
que le adornan su espalda,
camino así en puntillas
y cierro las ventanas.
La siento tenuemente
mover sus labios rosa,
quizás esté soñando
o recite una prosa.
Despacio se retira…
trancando ya la puerta,
dejando tras de aquella
su dulce esposa muerta.
Todos los derechos reservados por su autor:
María B Núñez © 2001
- Autor: Barven (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2009 a las 23:38
- Categoría: Amor
- Lecturas: 206
- Usuarios favoritos de este poema: María B Núñez
Comentarios5
"LLEVO A LA NOVIA AL TALAMO MULLIDO.
SE ACOSTO JUNTO A ELLA ENAMORADO
Y PARA SIEMPRE SE QUEDO DORMIDO,
AL ESQUELETO FRIGIDO ABRAZADO"
Es una cancion de amor despues de la muerte,
posiblemente el amor mas fuerte, mas que entre los vivos.
EXELENTEMENTE REALIZADO.
Escrito de gusto delicado para describir el momento sentido de "la mortaja" de un ser querido; sentimiento de despedida, de acompañamiento a otra vida, de morir o de renacer de nuevo, en todo caso... cuando la mano, el alma y la presencia acompaña a ser querido en el tránsito de algo desconocido. Brillante, sutil y entrega
Tremendo momento que reflejas con hermosa maestría.
Un abrazo.
WOWWWW.....CON QUE FINURA ESCRIBES UNA DESPEDIDA TAN DOLOROSA Y EL SABER DECIR "ADIOS" A LA PERSONA AMADA...NO ES FÀCIL. LOGRAS UNA CONECCIÓN PERFECTA ENTRE LA MUERTE Y EL BESO DE DESPEDIDA.............HERMOSO
Impresionante y tristemente sorprendente. Te felicito. Me gustó mucho.
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