GABRIELA
Con mirada de fingida sorpresa
me ve la rosa marchita,
mis oídos ya no escuchan
El temor de su angustia presa
y sus ojos como escarchita
con los míos riñen y luchan.
No me quieres, porqué niegas,
en tu pecho el amor no arde,
amor de ayer, amor a ciegas
y hoy como ayer es tarde.
No sonrías con pícara dulzura
no ves que no te quiero
no quiero decir: amor, porque te hiero
hiero esa palabra que aun es pura.
Vete, quédate en tus penumbras
y déjame volar al viento
en busca de mi tormento
falleciendo entre las sombras.
Guivel
- Autor: Tarde oscura (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de mayo de 2011 a las 10:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.