GIRA que GIRAN y RUEDA que RUEDAN

GIRA que GIRAN y RUEDA que RUEDAN:

Recuerdos en la mente y las lágrimas en el rostro, por el dolor de ausencia del corazón, con la tristeza del alma reflejada en los ojos, cada amanecer al despertar, sintiendo la soledad apoderarse lentamente de los sueños más queridos, para haberlos compartido contigo, sin una lágrima más que derramar…,

Pensamientos en la mente, quedando las ansias cautivas, donde mas pegan internamente haciéndome daño, al mirarte sin querer notar mi presencia, interpretando por tu silencio, dándome la fría espalda, que definitivamente la distancia sirvió en todo este espacio de tiempo, para el olvido de todo lo vivido y sentido en la piel desnuda, durante tantos años de convivencia, juntos…,

Motivos de ayer, que fueron una vida, querida y consentida en tus entrañables brazos, como si fueran espejismos divinos ante mis humedecidos y rojizos ojos, porque todos ellos sin excepción, fueron detalles entregados con un beso en tus rosados labios, aunados con una flor, sin quitar un solo instante, la mirada sinceramente enamorada de tus hermosos ojos glaucos, tomando tus suaves manos entre las mías, para llevarlas al pecho y que sintieras lo que un hombre a veces de su boca teme decir, delante de una bella mujer, por miedo de nervios a poderse equivocar o que le falten las palabras precisas, cuando mas hacen falta que estén presentes...,

Penosas pretensiones del silencio perpetuo, viéndote dormir plácidamente semidesnuda, acostada sobre impecables sábanas blancas en un gran cuarto de semejante color, donde antes ambos cabíamos, escribiendo por cada día vivido, una historia por libro en poesía viva sentida, de un mundo mutuo igual por blanco querido, lleno de paz y amor, amando y amando en libertad, dibujando una fresca sonrisa de satisfacción en los labios, como razón del existir.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 05/05/2011 10:30 PM.