LA NOCHE

La Noche

La noche, que  a veces es placentera para algunos por que se encuentran acompañados o por lo menos así lo sienten, es para otros una imagen fantasmagórica de la soledad y el desaliento. Solo, dando vueltas en su lecho y como única compañera su almohada, aquella que recoge sus lágrimas y escucha sus lamentos y ruegos.

La noche, para el que la contempla, llena de estrellas y de una luna brillante, colmada de ensueños y romanticismo. Esa misma luna que acompañante de los amantes es una observadora muda de sus ilusiones y sueños y que a la cuenta de nueve lunas, se completa la espera para el nuevo nacimiento de un ser anhelado por algunos que lo han concebido con amor.

Esas mismas noches son la angustia y el hastío, para aquel que añora a su ser amado teniendo la concepción que ya lo ha perdido para siempre y que de ninguna manera podrá ya recuperarle, hundiéndose en la desesperanza y el dolor.

Sin recordar que esa noche, no es más que la transición  hacia un nuevo día, en que nuevamente nacerá un nuevo sol, que iluminará no solamente con su brillante luz el firmamento, sino que será como el renacer de algo que ha quedado atrás y será el comienzo de una nueva esperanza y un renacimiento de una nueva vida, que cada veinticuatro horas comenzará de nuevo, si la encaramos con fe y optimismo.