Oh mi amada, solo tú podrías quitarme esta pena,
¿qué puedo hacer si mi alma se desespera?
Mi corazón te lo entregué, tú lo llevas,
mi alma es como hojas de otoño,
secas, abandonadas, el viento se lleva.
Pequeña mía, ¿dónde estás?
Yo te buscaré, por mar, tierra, luceros y estrellas,
y a ver si verte pudiera.
Amada mía, se han secado los geranios,
se han negado a estar en el jardín,
si tú con tus manos blancas no los riegas.
El destino nos buscó, y en el mar una ola nos lleva.
Mi amada, he sido ladrón de tus amores.
Ahora solo con la tristeza, llorar me queda.
Para mi esposa querida, María del Camino.
El amor es bonito, duele, y te hace llorar.
- Autor: Manuel Ayuste ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2011 a las 11:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 312
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