Con seis lindas notas.
Fuiste alegrando mis días.
Con seis simples acordes.
Me pudiste extraer alegría.
Tú fuiste aquella novia
que me costo conquistar.
Entre prácticas y prácticas.
Pronto te aprendí a tocar.
Tú fuiste aquella
Que nunca deje de pensar.
Deleitándome con sonidos
Que bella, era de esperar.
Por seguirme a fiestas.
Por seguirme a serenatas.
Tenía muchos problemas.
Pues quedabas desafinada.
Paso mucho tiempo.
Ya te ibas degradando.
Pero los lindos sonidos.
Aun los seguías cantando.
Ya cumpliste quince años
desde aquel día que te encontré.
Fue algo espontáneo
Pues de ti me enamore.
Una triste mañana.
Te deje en la ventana.
Callo un chaparrón de agua.
Tanto, que te empapaba.
Rápidamente corrí hacia ti.
A ver lo que te había ocurrido.
Tristemente pude notar.
Que te habías consumido.
Aun maldigo ese día.
Donde junto a ti murió mi alegría.
De ti no quedaba nada.
Estabas toda partida.
Por eso hoy guitarrita.
Te dedico esta poesía.
Recordando esos buenos momentos.
De gozo y alegría.
Fuiste la primera.
Y también la ultima.
Siempre estarás en mi mente
Pues siempre serás:
“La guitarra mía”
- Autor: Vikttor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2011 a las 20:26
- Comentario del autor sobre el poema: Pensamientos de un viejo guitarrero, que por una gran casualidad se me vino a la mente.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 410
- Usuarios favoritos de este poema: BlackVizard, Gotitha de miel (Yoki)~BAR LITERARIO
Comentarios1
wooooow q pero q precioso sentimiento plasmas..me da mucha ternura desde la imagen..ahh hablarle como a una dama directamente..amo la musica..toco guitarra..creo q por eso me llega mucho, adoro tu poema
Gracias, amigo, me alegra que tu tambien seas músico.
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