Hay horizontes subterraneos
Pequeños mundos que se unen
Por mas de un segundo
En una cola de acero escurridiza.
Yo viajo cuando tengo prisa
En esos vagones,
Hoy tengo prisa
Llego al punto de partida
Y en dos minutos parte
Con rumbo a mi destino.
Me siento y hay màs de treinta
En ese pequeño mundo de razas y olores.
Con prisa alcanza a subir un arabe
“Salaam alaykum“
Saluda a un amigo que encontro
Y entablan una conversacion
Que no distingui mas que el saludo.
Corre como un avestruz
Ese gusano electrico remachado
Y otros treinta y mas suben
En esta parada.
Un puñado de italianos, contados filipinos
Y uno que otro latino
Ya los asientos estan ocupados
A mi costado hay un rumano
Al frente un chino y su hijo
Miro alrededor y una mujer abre un libro
Para hacer entretenido su viaje.
Va frenando y llegamos a la tercera parada
Ya me faltan diez.
“Ci vediamo dopo” - se despide una jovencita por el movil
y busca espacio donde acomodarse;
Siguen subiendo con sus trajes, con sus costumbres
Sus religiones y sus hijos.
Un boliviano se entiende con un ecuatoriano
Parados en medio del vagon.
Cuarta, Quinta, Sexta,
Septima parada
Y la pareja de senegaleses
Se despiden de un frances
“au revoir”
que amenamente conversavan
en los asientos paralelos;
al otro lado, un cingales ofrece
asiento a una anciana
-“prego signora”
-“grazie”
Al paso entra un judio con el sombrero negro
Igual que su barba.
Queriendo o no, se juntaron cinco continentes
Si por ahi hay algun australiano.
Cristianos, musulmanes, ortodoxos
A nadie le importa a que religion pertenece
Negro, cobrizo, blanco
Nadie hace ningun gesto de asco
Ni el italiano de saco y corbata
Tiene mirada xenofobica
Se une el mundo en vagones
Un tipo con acento colombiano,
Un nigeriano,
Dos turistas japoneses,
Y un grupo de ingleses
Todos a bordo.
Conversan quienes estan en compañia
Otros esperan llegar a casa
Y a algunos alguien les espera
“San Babila, fermata, San Babila”
De no tomar atencion a la voz robotica
De la operadora
Me iba a una parada que no era la mia.
Asi como en Milan,
Tambien en Madrid, en Paris, en Londres
U otras ciudades
Hay horizontes subterraneos
Pequeños mundos que se unen
Por mas de un segundo
En una cola de acero escurridiza
- Autor: Adrian VeMo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2009 a las 11:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 115
Comentarios7
Interesante momento vital de la Europa moderna. Interesante tu sensibilidad frente a algo que a muy pocos se les ocurriría observar. Me gustó.
Un abrazo, Adrián.
Un sensible poema comentado sobre lo que se cuece en subterráneo: la necesidad de compartir la multiculculturalidad; abajo o en el metro todos somos iguales. Muy bueno
Creo nos has retratado al nuevo mundo!. ...Maravilloso!. Con amor. Luz
Todo poeta y escritor tiene que tener el don de la observación, y tú lo tienes. Has hecho un buen retrato del mundo que late y palpita en las entrañas de las grandes urbes, una torre de Babel.
Saludos, Adrián.
ME FUI CONTIGO A MILAN POR UNOS MINUTOS LENTOS QUE DIERON PARA UNAS SEMANAS,DIGO...MESES
MUY BIEN
Wow!! Me sentí en el subterraneo. Buen ritmo y capacidad de convertir algo aperentemente ordinario en extraordinario. Lo disfrute. Saludos.
Lo más extraño de tí
es que te extraño.
Se me fue tu poema en ese tren. Otra vez.
Pero tengo un poeta agregado a mi perfil sobre un mapa que dice "ver todos sus amigos"
Tengo un amigo poeta
y solamente me separa de el un océano.
No te parece fantástico.
ci vediamo
Au revoir
domani, hier, je ne sais pas.
Mi ha piaciuto questo piccolo pensiero, sono fortunato di conoscerti.
Grazie bellissima
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.