Cercado entre alambres de algodón y como si hubieses sido llamado por el viento solo a volar por un soplo de imaginaria razón es que apareciste tu, siempre tu solo tu nadie más al fin que pudiera dar sentido alguno a las tristes lumbres de mis ojos cuando salen en tu búsqueda las ganas insaciables de ser en ti lo que no seria en ninguno, ser ese viento que te acaricie, así como el sol que sientes en la frente , ser el suspiro que de ti emana, pero ser también las lagrimas que tus ojos adornan cuando crees no ser mirado…

Si, divago, lo hago en ti, la delicia eterna de ser el delirio de tus demencias…Simplemente delicioso.

                                                                                         Alrac Ocir