MERCEDES
Esos pechos que miro sin recelo
bajo el leve relieve del ropaje
me atrevo, sin pena y con coraje
a rozarlos por encima de su velo
Vuelve su mirada, verde hielo
y me mira al comenzar el viaje
distraída, abre el traje
para retozar en los cojines del cielo
Alargo mi mano, atravieso el sendero
que me lleva al vislumbrado tesoro
que ruego mío como pordiosero
Carrera febril en busca del oro:
¡atrapa mi mano, castígala por grosero!
besa mis dedos y me dice: ¡te adoro!
- Autor: Tarde oscura (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de mayo de 2011 a las 10:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: zarita, Carmen Angelical
Comentarios2
exquisito amigo con tu permiso me lo llevo
Excelentes letras
Un beso
Carmen
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.