Un trocito de mi vida te llevaste,
y con la tuya la mía colmaste,
al emerger de mi seno
con tu primer aliento de existencia
mi alegría comenzó,
y mi dicha con tu primera lágrima.
Viniste a mí como una estrella
en la noche más lóbrega,
después de convencerme
que se demoraría tu ser,
apareciste en mi destino
sin anunciarte, sin previo aviso,
llenando mi existencia de luz,
mi corazón de satisfacciones,
y mi alma de ilusiones.
Tu convenciste a mi maltrecho vientre
para que en su seno te acogiese
y dos estrellas se prestaron
a adornar tu dulce cara
y en contra de los dictados de mi hado
viniste a mi cual rayo de sol que emerge
tras un furioso tornado.
Tus ojos verdes alumbraron mis días
tus dulces besos curaron mis heridas
tus primeras palabras aliviaron mi dolor
tus suaves caricias esquivaron mis ahogos,
y tus abrazos me devolvieron la vida.
- Autor: campanilla69 ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2011 a las 06:24
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema está dedicado a mi hijo Diego de 2 años, al que quiero con locura.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 180
Comentarios4
Que tierno poema dedicado a tu niño
es una bendición los hijos y la luz del corazón de las madres
una belleza de poema que me encantó...
Besos.
Muchas gracias por el comentario tan amable que me haces.
Me gustó mucho tu poema, un fuerte abrazo.
Muchas gracias, es facil escribir para alguien como un hijo.
Viniste como una estrella.
Que preciosidad de poema tan hemoso como esa estrella que vino a ti para colmarte de alegría.Fue una satisfacción pasar por tu poema y ver que sigues escribiendo cada vez cosas más bellas. Un beso
Muchas gracias, tu siempre tan amable conmigo, eres un amor.
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