ARMAS DE AMOR, VALOR Y HONOR

¡Armas!, si, hay muchas

en este mundo de futuro incierto,

en el que las fraticidas luchas,

son un constante concierto.

Más es verdad que la mentira

endulza incesante el alma macabra,

la lengua grosera se encoge y estira,

hasta lograr que la herida se abra.

¿En donde está la verdad?,

si la mentira es más apreciada

en el espíritu de obvia iniquidad

que motiva una mente desgraciada.

Oh hermano mío,

que difícil es vivir en el tormento,

sufriendo agresión, maltrato y hastío,

que incesante provoca el lamento.

En dónde está la apacible sensibilidad

que a la vida y el espíritu acaricia,

cultivando con gracia la felicidad,

sin soslayar la más leve malicia.

Amar es la más bella consigna

que a la humanidad puede salvar,

manifestando una actitud siempre digna,

en la virtud de saber a los demás honrar.

El amor es el más bello sentimiento,

contenido en el núcleo del corazón,

con el que el astuto resentimiento,

deja de tener sentido, perversidad y razón.

Esperanza es el amor en la incertidumbre,

lumínica luz de claro destello,

que perfila el valle y la cumbre,

en un paisaje inmaculado y bello.

Pero no es posible asignar sentido

a una existencia que adolece de justicia,

en la que del corazón sea cada latido,

la concepción de una concreta caricia.

Abrimos las manos y ofrendamos alabanza,

a Aquel que nos ve con tristeza santa,

pues pareciese que es la venganza,

lo que a nuestros egoísmos más encanta.

La verdad podrá vencer al engaño,

solo cuando la justicia dirija el alma,

la paz llegará como fresco baño,

a este mundo urgido de afable calma.

Nunca habrá verdad con mentira,

ni será efectiva la justicia sin amor,

toma las armas que vencen la ira,

y aquellas que otorgan al hombre,

valor y honor.