Hermoso juego de tiempos ancestrales,
con tus cadencias vienes a ilustrar.
Alegrías y penas; deseos y nostalgias,
a golpe de tambor se contarán.
Cantan desde el alma mis viejas amigas
de la vida del negro, pura verdad.
Al compás de las palmas ellas guían
el ritmo que el baile ha de tomar.
Reverencias rinden los personajes,
a quienes a los tambores hacen hablar.
Anuncian los silbidos del pajarito en trance,
que se acerca al Palenque, su majestad.
Se alegra el pueblo al ver que su Reina,
el baile de los ancestros va ejecutar.
Mezcla de elegancia, gracia y firmeza,
envuelven sus movimientos de forma sin igual.
Invita entonces al pueblo a un juego-baile
en donde la historia y la magia se han de mezclar,
con las risas y llantos de los participantes,
con el que les observa y ayuda a cantar.
Con sensuales y rítmicos movimientos
embruja la negra a cualquier espectador.
El negro encantado le sigue el juego,
queriendo robarle un beso, tal vez dos.
Burla al amo español al vestirlo de diablo,
hace el congo en su representación.
Una corte completa, un pajarito que canta,
narrando la historía de la opresión.
El tambor del congo no acepta el olvido
y su sonido a los siglos, superó.
Hoy a golpe de congo recordamos unidos
la lucha del negro, por la liberación.
© Veyra C. Jackman Ojeda. Todos los derechos reservados
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Autor:
Vilu (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 4 de agosto de 2009 a las 03:05
- Comentario del autor sobre el poema: Queriendo compartir con ustedes un poco de mi Panamá, intento presentarles a través de estos versos, un tesoro cultural nacional, El Baile Congo. Aprovecho la oportunidad para agradecer las recomendaciones del poeta nacional Arturo Morack. Espero sea de su agrado. Con cariño, Vey.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1125
Offline)
Comentarios4
Muy bello poema descriptivo, felicitaciones Vey, un beso . Ruben.
Claro que me gustó!!! es fascinante como nos compartes algo de tu Panamá en un poema tan hermoso, gracias!!
Até logo
Gracias por tan hermoso regalo, al transmitirnos parte de tu cultura, Vey. Lo he disfrutado.
Cálidos saludos
Casi se escucha el ritmo de los tambores y la gracia sensual de los negros bailarines. Lindo poema. Vey.
Un beso.
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