Ofrendas.

Mudarse de labios y de miradas, dulce melancolia invernal
negar el pan y ofrecerlo al viento para que las palomas que anidan
en el mirar olviden el vuelo.
 
No caben silencios entre los gritos, miradas felinas
tras las puertas y las ventanas.
 
Un adios y un olvido cada noche llenan los rincones del hogar
dormirse con una lagrima en la mejilla
la que se convertira en diamante en el mar revoltoso de los sueños.
 
Vientres dudosos y amargos como las lagrimas de los duraznos olvidados
en las ferias dominicales.
 
Al otro lado de la ciudad una historia que se repite y suena como la musica
de los violines de un disco jamas lanzado al aire.
 
Nos recostamos entre recuerdos para levantarnos en esperanzas desesperanzadoras
Por que la vida es dificil para los que aman en silencio
Por que la vida es facil para los que niegan el amor
 
Nadie predijo la musica que se escapo desde los labios
 
Me duermo como cada noche para esperar los despertares que solo
alimentan las miradas y no las manos cedientas de piel desinteresada.
 
Isidore del Mar.