No se trata de mí.
Ni de la luna.
Es un dolor que se transforma
lento
en el tiempo que consumo
con tu tiempo,
sumergido en el silencio
convertido en viento.
No se trata de ti.
Ni de las nubes.
Es un temblor que busca
su momento,
teñendo de naranja
el universo,
pegando en tu boca
lo que pierdo,
lo que siento.
Tú me amas en el medio de la noche.
Me muero, te amo, te toco adentro de la noche.
Y la noche baila muda,
como siempre.
Mis manos llueven mares,
como siempre.
- No se trata de mí, ni del desierto,
no se trata de ti, ni de un lunes sin ti,
ni del silencio -
Es de nosotros. De un respiro. De la noche.
Es de esta noche de respiros de nosotros.
Es el mismo momento que vives conmigo.
Un suspiro. ¡Ah suspiro!
Ahí te quedas tu, al final del abismo,
en el mismo lugar inexistente
donde existo.
Comentarios3
Y la noche que baila como nunca... y es que ... hay amores que.... ay.... y hay que amar con amor (y con dolor) después de todo, después de aquellas danzas... despues de la esperanza, de la espera, de la noche del... poema...
Hermanita de los sueños. No sé por qué cuando te leó imagino el padedé de las hadas de azucar del cascanueces... o cualquier danza... cualquiera que es siempre la misma. La tuya: la nuestra n_n
Qué bellos versos Clara!! tu forma de escribir tiene música, es paz, es finura. Es un placer pasar por tus letras.
Besos y abrazos
Qué bellos versos amiga Clara, es una maravilla.
saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.