Dos vasos, tuyo y mío, quedan de esta noche
Donde apuestas a la ruleta rusa del desamor
Y en ese juego que me enerva, me abandonas
Librado al frío de la madrugada, de la humedad
Donde sólo existen la bruma y luces de colores
Los llevo conmigo a la velocidad del
Motociclo mientras pienso en tu incomprensible
Forma de existir, donde te vengas de las afrentas,
de mi forma de ser que te agravia
donde purgo en tu infierno propio
la manera en que vivo y que rechazas
Y en la anoche que es húmeda y te enfría los brazos
mientras huyes de la posibilidad
de tenerme como abrigo
me regalas un cuerpo
que me desestiba
en este barco
de la vida
Y estoy otra vez bajo
la luz despiadada
que me enfrenta a las teclas
de un ordenador, que
machaco fieramente y
que tratan de contarte
para la memoria de los que jamás
conocerán tus odios, tus ajustes de
deudas ajenas
Que hoy saldo
Donde se arroja el debe en contra de tus denuestos
De todos los días y que cuentan
una historia diferente
Mientras una madrugada más
Se traga la posibilidad de hacer
paces con la vida.
Comentarios5
Y va cambiando el poema a medida que voy leyendo, llegan diferentes mensajes acoplados a la frase que tambien van cambiando, tiene movimiento. Es diferente, ha sido un placer.
Un saludo.
Isa, me agrada que me interpretes en toda la intencionalidad de ese escrito. Saludos
UN GUSTO ESTAR EN TUS LETRA BELLAMENTE LOGRADAS, TE ABRAZA STELLA
Stella, muy gentil en seguir leyéndome. Saludos
jajajajaja, eso está divertido. Te invito a los demás. Ya se te ocurrirá decir muuuuuuu
Buen poema.
Saludos
Gracias por la visita Armando. Te invito al resto de la producción. Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.