A las doce
llegan las intolerables tinieblas
arrastrando consigo sus pesadas
condenas,
a las doce, siempre a las doce
se revuelcan mis tristezas
en la oscuridad de mi alcoba,
los vampiros de la soledad
me absorben las fuerzas
y no mueren las nostalgias,
siempre con precisión matemática
vuelve el verdugo de las doce
y entre las tinieblas de las altas horas
muere mi alma reviviéndola,
a las doce de cada noche
le entrego el alma a los recuerdos
y muero entre las sombras
ambicionando su hermoso cuerpo.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de mayo de 2011 a las 07:50
- Categoría: Triste
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Tyr
Comentarios1
Muy buen poema reflexibo an te la lujuria del pensamiento.
Un abrazos.
te invito a los mios.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.