17 DE JUNIO 2004.

Anoche me hiciste sentir tan mal, de los sentimientos que he experimentado de ti y por ti, entre  los del miedo y la desazón, ayer  experimente tan terrible dolor que  me hizo sentir una nada.

Te vi, y no sentí, alce la mirada y respire profundo, tal como ensaye tantas veces, me viste con total indiferencia y pensé, todo esta ganado.

Tratando de fingir entre la multitud y las diversiones mundanas pase tranquila pocos instantes, para engañar a mi mente de que aquí no pasaba nada y quizá todo seguiría igual.

Pero repentinamente llego la hora de hablar, y me hiciste llorar, tanto que ninguna palabra acudió a mi consuelo.

¿Porque no solo fingimos? me pregunte después, y así la vida hubiera sido mas fácil para ambos, fingir  que aquí no paso nada, y tan solo te llevabas un hermoso recuerdo de ese viaje y me dejabas un mejor sabor de boca a mi.

Pero no, la verdad salió a relucir y nuestros egos no tuvieron mas remedio que enfrentarse uno al otro.