PENSAPENSAMIENTOS II Como bandada de pájaros marinos que levantan el vuelo al pasar por la playa, así mis sueños, al verte en silencio caminar acariciada por la brisa de un mar infinito de pensamientos. Más adelante se posan como esperando de nuevo tu presencia y tu aroma en el aire que se funde con el oleaje sin fin de mis anhelos ------------------------------------ Ha de ser grandioso dejar este mundo llevándose entre los dedos la luz de la libertad cuyo fulgor, abre caminos de fuego y derriba las pesadas puertas que impiden, del hombre el paso; y no quedarse aquí, en estos silencios donde medra la conveniencia personal y la cavernaria actitud de la bestia que defiende a zarpazo y dentellada su presa; aquí, donde el varón se domestica sin poner de por medio honra, razón, dignidad y la dicha de haber nacido para crear caminos luminosos; aquí, donde es más fácil extender la mano para recibir la limosna que golpear fuertemente, con ésta, a la pobreza e ignorancia. --------------------------------------- ¿Quieres estar alegre, contenta y optimista? Bueno, ¡Hazme feliz! ---------------------------------- OH!, Dios, yo merezco vivir más! La vida que me diste, la di toda, a los demás… -------------------------------------- Cuando el hombre bueno sonríe, es que mira, extasiado, con profunda satisfacción y solaz, como lo hizo Dios cuando creo las montañas, ríos, mares, bosques, el sol y las estrellas. Cuando una madre sonríe se abren cielos nuevos de esperanza y el hogar se llena de armonías de amor celeste. Cuando sonríe un bebé, seguramente que un ángel divino esta haciéndole cosquillitas en el alma… ------------------------------------------------------- Cuando era niño, miraba extasiado la luna que parecía salir del cerro y pensaba que en el primer instante en que asomaba, podría con mi mano tocarla. Al cabo de unos instantes se elevaba hasta esconderse tras las ramas del viejo aceituno en un concierto nocturno de perros ladrando, grillos, aves noctívagas, coyotes hambrientos con sus aullidos lastimeros y mis inocentes bostezos; luego, me sumergía en el sueño. Las flores del humilde jardín de mi madre, también dormían, levemente inclinadas para recibir la tenue luz. ------------------------------------------------ -¡No pasarás por mi! –Dijo la dura madera al clavo-. -¡Que si lo haré!. –contestó éste, enardecido-. El martillo, con aires de suficiencia, aspiró profundo y de un tremendo golpe, hundió el clavo. -A veces, -dijo-solo la fuerza bruta puede con la necedad y el orgullo. --------------------------- - Me miraste con tal ternura que, disipaste al instante mi desanimo, melancolía y tristeza; más tarde, cuando dormías, besé suavemente tus ojos que en sus pestañas, aún quedaban los restos de la dulce miel de tu mirada. Dr. Alcides Caballero López.MIENTOS II

Alcides Caballero

PENSAMIENTOS II

 

Como  bandada de pájaros  marinos que levantan el vuelo al pasar por la playa,  así mis  sueños, al verte  en silencio caminar acariciada por la brisa  de un mar infinito de  pensamientos.  Más  adelante  se posan  como  esperando  de  nuevo  tu  presencia  y  tu aroma  en  el  aire  que  se funde  con  el oleaje  sin fin  de  mis  anhelos

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                        Ha de ser grandioso dejar este mundo llevándose entre los dedos la luz de la libertad cuyo fulgor, abre caminos de fuego y derriba las pesadas puertas que impiden, del hombre el paso; y no quedarse aquí, en estos silencios donde medra la conveniencia personal y la cavernaria actitud de la bestia que defiende a zarpazo y dentellada su presa; aquí, donde el varón se domestica sin poner de por medio honra, razón, dignidad y la dicha de haber nacido para  crear caminos luminosos; aquí, donde es más fácil extender la mano para recibir la limosna que golpear fuertemente, con ésta, a la pobreza e ignorancia.

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¿Quieres estar alegre, contenta y optimista? Bueno, ¡Hazme feliz!

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 OH!, Dios, yo merezco vivir más! La vida que me diste, la di toda, a los demás…

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Cuando el hombre bueno sonríe, es que mira, extasiado, con profunda satisfacción y solaz, como lo hizo Dios cuando creo las montañas, ríos, mares, bosques, el sol y las estrellas.

Cuando una madre sonríe se abren cielos nuevos de esperanza y el hogar se llena de armonías de amor celeste.

Cuando sonríe un bebé, seguramente que un ángel divino esta haciéndole cosquillitas en el alma…

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Cuando era niño, miraba extasiado la luna que parecía salir del cerro y pensaba que en el primer instante en que asomaba, podría con mi mano tocarla. Al cabo de unos instantes se elevaba hasta esconderse tras las ramas del viejo aceituno en un concierto nocturno de perros ladrando, grillos, aves noctívagas, coyotes hambrientos con sus aullidos lastimeros y mis inocentes bostezos; luego, me sumergía en el sueño.

Las flores del humilde jardín de mi madre, también dormían, levemente inclinadas para recibir la tenue luz.

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-¡No pasarás por mi! –Dijo la dura madera al clavo-.

-¡Que si lo haré!. –contestó éste, enardecido-.

El martillo, con aires de suficiencia, aspiró profundo y de un tremendo golpe, hundió el clavo.

-A veces, -dijo-solo la fuerza bruta puede con la necedad y el orgullo.

 

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Me miraste con tal ternura que, disipaste al instante mi desanimo, melancolía y tristeza; más tarde, cuando dormías, besé suavemente tus ojos que en sus pestañas, aún quedaban los restos de la dulce miel de tu mirada.

 

 

Dr. Alcides Caballero López.

  • Autor: Alcides Caballero (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de junio de 2011 a las 12:49
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 347
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