Estuve ahí, ayer y hace poco tiempo…
Espere como solo Dios sabe tu regreso,
Ahora, me tengo que ir, el viento paso y se rio de mi,
Al mismo tiempo, el miro y se sonrojo.
Tú sabes cuánto me duele partir,
Pero es necesario para continuar nuestras vidas,
Fui como la brújula, te seguí en toda dirección.
Porque fuiste mi norte, sur, este y oeste,
Porque fui el navío perdido, y tú fuiste mi faro, mi luz
Porque fuiste mi agua dulce en el camino soleado.
Digo… a veces hacen falta más que palabras para cambiar el destino,
Que lo que tiene valor, no es el tiempo perdido;
Sino la distancia recorrida para haberte encontrado.
No fue asi…
Digo que el rencor es lo primordial que el humano debe olvidar
No es necesario al partir…
Es como el verso, “… no debes sembrar una flor, para luego cortar…”
Ni tampoco encender una luz, para ocultar…
Existen verdades inconclusas al caminar,
Sus respuestas son como rompecabezas que se integran en el tiempo.
Si, Digo…
Que hubieron muchas cosas que parecieron contradictorias en mis versos,
Mis ideas, que como soga quisieron maniatar la soledad,
tú lo sabes, el amor…
todo lo vuelve real,
parece a veces como un niño pintando en la realidad del pensamiento,
son líneas que crecen como el estado de ánimo,
de mucho a poco, cuando estas y no estás.
- Autor: enmanuelmundo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de diciembre de 2013 a las 00:37
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 84
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Hermosa y gratificante la rima y prosa de tus bellas letras amigo Emanuelmundo
Un placer leerlo...
Un saludo de amistad...
Críspulo el de la Rosa...
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