Amiga (epístola)

            Amiga:

Te llamo amiga porque si lo eres… y eres grande, amiga.  Tienes tanto que dar y lo reviertes en ese torbellino que te inunda… ¡Son tantas las ansias que contienes!...  

¡Angustia!, amiga, ¡existencial angustia~  Padeces de ese mal y tu no

No puedes conformarte con ser solo corriente… Eres como el chorro de la fuente que se vierte en la existencia pura y se siente ser mar en su corriente; deja batir las olas que retienes…

          Amiga, verdadera amiga, mí angustiada amiga, mi querida amiga, mi dulce amiga… La amistad es un lago manso, para Gautier. Y es que la amistad es un afecto que brinda al  corazón un sentimiento de  paz y al espíritu afinidad de pensamiento… La amistad es esencia de ternura, es haber aceptado una a una, cada cosa buena o mala que uno es…

          Josefina amiga: - “gente, trabajo, tiempo” – palabras de angustia. Me hacen sentirte como una presa en la cárcel del cuerpo, atrapada en el azar de la las circunstancias y tus sueños muriendo por dentro… No se puede detener la humana brega, esa brega diaria tan insulsa, esa brega en que uno siente que sepulta las ingentes energías de su ser.

No se puede detener, ¡pero no importa! ¡Que no es el torbellino la derrota! Por la espalda siempre ataca el fariseo pero nos dice Rubén:

                   “Puede una gota de lodo

                   Sobre un diamante caer…

                   Pero aunque el diamante todo

                   Se encuentre de fango lleno…

                   Has de ser siempre diamante

                   Por más que lo manche el cieno”…

¡Que ataque el fariseo!... que digan lo que quieran los que quieren decir… que ellos serón las víctimas de su propio cieno…

Y ahora te dice Rafael su prosa sonora:

La tarde oculta su cansado cuerpo al arrullo de los aires nocturnales, la noche da comienzo a su callado viaje… Abren sus corolas, Las radiante rosas que pueblan el firmamento. A esta hora se aplaca el chirriar de la brega diaria y comienzan los grillos a chirriar su canto, ocultos en el bosque de la yerba. Acompaña la comparsa, el coquitear de de los coquíes nuestros, y se orquesta la sinfonía melodiosa del la noche borinqueña.

Apacible y bondadosa, como una madre buena, la madre naturaleza nos brinda el calor de su ternura, su bonanza y su belleza… Parece de flota de libertad mi alma. Y me siento en mi soledad tan imbuido que hasta siento su presencia, en este instante de tan dulce calma…   ¡Como quisiera extender este instante, ya que pocas veces me siento, invadido de paz en el alma!...

Pero es imposible.  El tiempo sigue su pasar de rueda… ¡No se puede evitar lo inevitable!... Y si mañana tiene que llegar, para volver a la misma jodienda en este estúpido marasmo social, también aguardaré en que me sienta vivo, porque este Quijote taíno no escarmienta , y le gusta combatir gigantes molinos, montado en sus versos…

Josefina, amiga: ¿Cómo imaginare a ti?  Hay tantas soledades en tu ser, tantos recuerdos de experiencias idas perfumando tu memoria, tanta sensibilidad que en tu alma guardas… No dejes que se apague nunca el fulgor de tu esperanza…

                                                                                    Rafael