Don Ruperto, cuando se emborrachaba hacía alarde de su valentía, retaba a golpes a cualquiera y mucho más a aquel que le tenía miedo o que trataba de evitar estos espectáculos bochornosos, a veces aprovechándose de su ebriedad abusaba de la confianza basándose en que el sobrio estaría en la obligación de soportar todas sus majaderías.
Una ocasión, en el cumpleaños de un campesino tubo un altercado con otro de su misma condición por cosas sin importancia.
Para no interrumpir la fiesta que hasta esos momentos se desarrollaba con normalidad la gente trató de evitar la pelea, pero era imposible, don Ruperto se enfureció mucho, se despojó del saco, se arrancó la camisa golpeaba la mesa, rompía botellas e insultaba a todos hablando toda clase de lisuras.
Don Rafa, hombre muy respetado en toda la zona conocía a perfección la falsa bravura de este borracho, pues lo observaba detenidamente sin intervenir. Don Ruperto seguía fomentando el desorden, su esposa lo cogía de un brazo tratando de calmarlo; era imposible, él se golpeaba el pecho y gritaba: “¡quiero una cerveza, quiero una cerveza, o si no me mato, me, mato!” y miraba como buscando algo con que hacerlo, la pobre mujer, lloraba desesperadamente.
Don Rafa se levantó de la silla corrió a la cocina y regresó trayendo un cuchillo (la gente quedó atónita ante tal reacción), entregándole le dijo: “mátate, hermano, mátate, agarra este cuchillo y mátate pa comer el mote con dulce en el velorio”.
El borracho no tuvo el valor para recibir el cuchillo y cobardemente se puso a llorar amargamente.
Don Rafa dijo con tono burlón: “guarden el cuchillo, éste no sianimau, pa otra vez será pue”, y soltó una carcajada.
- Autor: Jesbac (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de junio de 2011 a las 13:25
- Comentario del autor sobre el poema: Esta historia es real sucedió en mi tierra y hoy quice publcar algo, pero como no tengo inspiración se me ocurrió publicarlo
- Categoría: Sin clasificar
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Comentarios8
Bueno amigo, uno tiene dias asi, pero la inspiración siempre esta, lo que sucede que debmos de cuquiarla (es como animarla...pero no viene de animal..jajajaj un abrazo y viene de mi. amigo querido. bueno tu relato que tiene su reflexión.
que buena jajjajajja estas historias pasan a menudo , antes cuando vivia en mi chota siempre era asi ...
se daban de buenos pero al final solo sacban la vuelta
m encanto... bien decrito
saludos cordiales mi paisano
¡¡COBARDE !!
SE VE QUE NUNCA SE TOPÓ CON UN "PSICOLOCO"
¡¡ME HICISTE REIR JESBAC...!!
ES QUE COMO LOS COBARDES DE UNA GUERRA...COBARDE BORRACHO QUE NO SE MATA... ¡¡SIRVE PA' OTRA BORRACHERA...!!
Una buena narrativa llena de realismo e ironia a esos personajes que a veces están a nuestro alrededor y nos sirven para contar una buena historia como es tu caso. Un beso
Historia llena de sabiduría, el contarla y llena de amargura el vivirla, que el hombre con el alcohol sus bajezas desata, si no es buena su esencia se desechaba, que la lengua mal lo vende, y de tan bravo se “esconde” detrás de su sombra chata.
Muy bueno, Eugenio, para reflexionar! Y triste de aceptar que suceder….sucede.
Cariños
Diluz
Triste relato, amigo mío.
Ver a un ser humano descender a esa condición es doloroso.
Has hecho bien en escribirlo. De vez en cuando es bueno sumergirnos en las tristes realidades que nos rodean, eso nos hace reflexionar, y fomenta nuestra compasión, haciéndonos mas humanos.
Un fuerte abrazo, amigo Eugenio.
Ay mi canala, esto lo lei en el correeo que me mandaste, y me parece muy bueno, como pintas a esos cobardes que siempre hacen alarde de ser valientes con u trago encima y que luego demuestran su verdadera naturaleza.
cuidate, espero que te recuperes pronto, sabes cuanto te quiero.
Mi querido poeta
El alcohol transforma al hombre, el alcoholismo es una enfermedad y muy seria y difícil de curar.
Felizmente esta historia real no termino en drama, porque un borracho no piensa y podría haberse matado.
Un abrazo amigo
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