Oda a la esperanza.

Quien guarda tales tesoros

si no es un guerrero de armadura sin par,

como el dije de los soles,

como la eterna peregrinación de la paz,

en la orden de la esperanza

caminamos todos,

guias y laureles van pasando la esperanza.

Candelas que con su llama enaltecen

las miradas de tantos,

he puesto una sonrisa en esta jornada,

hacia las trémulas de lo incierto me dirijo,

vienes conmigo en este sueño,

viaja liviano, no lleves toda tu carga,

lima asperezas y reconfortate en el adiós,

ven conmigo buen pastor,

trae tu callado, infunde valor,

quiero que traigas contigo

tus tesoros mas valiosos

aquellos llamados

paz, amor, bondad e ilusión,

viaja conmigo sin pensar si hay una razón,

no sucumbas al paso de la tragedia,

de los lúgubres pantanos de la desolación,

de la oda a la tristeza

o a la inmundicia de la vanidad,

oye viajero, si te guia la soledad

estarás perdido, no te dejes engañar,

por que es sutil su brillo,

pero engañoso su retorno,

no te dejes cautivar por esa somnolencia

que de a poco acaba en miseria,

viaja conmigo

viajemos a ese valle de amor

donde solo estaremos tu y yo.