Se desvanece,
perece
por mis ojos,
ante mis ojos.
El cansancio
se ha cansado
de cansarme.
Me he agotado
en la gota
del trabajo.
En la gota
del rocío
hoy sonrío.
Y en tus besos
se apaga mi frío.
Tan tuyo,
tan mío.
No me cansa
el cansarme
del cansancio.
No me cansa
lo manejo tan despacio.
Yo lo arrullo en mis manos
como a un niño
indefenso y amoroso.
El cansancio que hoy siento
nace tan de adentro,
desde el alma, desde el centro
del marchito corazón,
del sufrimiento sin razón.
Y hoy una palabra me bastó.
Y el Sol, me descubrió.
Me envolvió en su núcleo sin quemarme.
Y mi vida alumbró.
Y la fuerza que sentía, resurgió.
Descubrías debilidades.
Yo el amor.
- Autor: Augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2011 a las 01:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Rocío V-P., zarita
Comentarios2
BONITO DESCUBRIMIENTO AMIGA MIA ME ENCANTO UN ABRAZO
Buen juego de palabras, que coordinas muy bien. Y en ese descubrimiento descubrí un cierre original, casi como una sorpresa.
Un abrazo.
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