Consúmese cual chocolate / Cuatro

runnerk

Y si agradecemos a la fauna mental,

Que muchas veces se apoya sobre el farol mendigo,

¡Y ella baila como la rosa!

La mañana me escupe su furor, tranquila.

 

Me reescribo sobre un papel, cuasi deforme,

Mi vida alborotada: dejando entrever mi rostro lívido;

La mañana me escupe su furor, tras mis cristales rojos,

La noche me despierta, con una bofetada ardiente.

 

¡Oh música, que despiertas, en la carne no elegida,

El deseo incontrolable de la musa volátil,

Desfigurando la resina, al ver la pupila soñadora,

Detrás de mi entrañable frasco violáceo!

Danzaré sobre tus nieves, y me rendiré sobre tus deseables montes,

Interpretando la algarabía de tus curvas,

Esperando la llovizna,

Y beber contigo de ese fresco manantial.

Me enseñas tu sonrisa, que desprende olor a uva,

Te acurrucas a mis pieles,

¡Oh, tango onírico!

Me rindo a ti, perfume abrasador.

 

La alegría, que parece saltar de tu mirada,

Descansa ya, con mi fe escurridiza,

Poco a poco,

Nuestros cuerpos rojizos se tornan grises: dolorosas costumbres.

 

La mañana me escupe su furor,

Intranquila,

La lucidez que regresa, como verano en invierno,

Rebusco en mis pantalones, mi mediana economía,

Para visitar más tarde, a esos dos placeres divinos.

                                                                                                        JARS (CC)

  • Autor: José Antonio [JARS] (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de junio de 2011 a las 01:56
  • Comentario del autor sobre el poema: Espero que les guste. Es uno de mis favoritos (propios). gracias.
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 53
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