Que la luna y las estrellas
se apaguen por un rato
que pa' degustar el vino y el amor
las miradas salen sobrando.
Que la noche se convierta en cobija
y nos abrace y nos guarde en su pecho
y se convierta en nuestro nido de pasión,
en nuestro lecho.
Que el aire me deje a mí las caricias,
que ya nos las arreglamos yo y mis manos
para cumplir a tu cuerpo sus mil y un fantasías
y no en vano.
Que el grillo cante más fuerte
y que se calle ya la burda conciencia
que hoy no he de dar mucha cuenta
de sus morales y aburridas enmiendas.
Que la hierba se vuelva seda
y la roca se vuelva perla,
que tu cuerpo se vuelva río
y el mío barca de madera.
Que tus aguas sacien mi sed,
que tu brisa salpique con la miel de tus besos
a esta cara reseca,
que tu corriente me lleve hasta ahí
donde tus cascadas me dejen caer muerto
sobre ese oceano de amor entre tus piernas.
Y que ya inerte en tus aguas calmas,
flotando en la superficie de tu deseo satisfecho
mi alma se aleje de mi cuerpo para permitirle
convertirse en un lunar más en tu espalda.
JCEM
- Autor: a77aque.jr (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de junio de 2011 a las 15:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 552
- Usuarios favoritos de este poema: antonecar
Comentarios2
wow....... intenso, tierno y encantador poema.....
Que la hierba se vuelva seda
y la roca se vuelva perla,
que tu cuerpo se vuelva río
y el mío barca de madera.........
demasiado bello para ser lectura....es mas bien un soñar de oro y gemas
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