El día inicia callado, mistico, aturdido,
como si en su secreto faltara algo;
y pienso si es igual para todos o solo para mi.
Esto se torna cada vez peor.
No sabes como me siento,
ni como logro respirar el aire que pasa
por debajo de mi nariz o de mi boca;
me agito más rapido que antes.
Veo parejas paseando tomadas de la mano
sin importar la protesta o el llanto.
Veo mis manos frias y solas y temblando
y no me queda más que enfundarlas en mis bolsillos.
En el parque me siento para escanear rostros
para ver si en alguno de ellos veo tu sonrisa
o veo tus ojos o uno de tus cabellos y es inutil,
no aparecen, no emergen de donde estan.
Apenas puedo abrir los ojos del dolor que tienen.
Hola, como estas? son las unicas palabras que logro balbucear.
Me duelen los pies de caminar, de escalar cada montaña
cada valle y saltar cada sombra en este frio lugar.
Las gentes ya no hablan de mi,
no se interesan por mi, soy como aquella mujer,
la loca de la plaza que esperó a su amado y nunca llego.
Se murio en la calle esperando su amor.
Si me oyes y estas en algún lado,
buscame o escribeme, estaré en la plaza de la ciudad,
a las tres, hora en la que no hay tanto transito
y asi más fácil me logres ver.
Si eres de otra ciudad o de otro país no importa,
te esperaré hasta que llegues.
No cambiare de ciudad, seguiré en la misma Bogotá,
Tal vez tomando café y esperando a que alguna mujer llegue
para que sepa que se siente ser amada por el hombre de la plaza.
- Autor: Gene Sabines (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2011 a las 23:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
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