Oh mi amada,
Tú que fuiste mujer frágil,
Y has pisado caminos.
Tú que me besaste hasta el infinito,
Y me arropaste con tus manos.
Tú que nunca pediste nada para ti,
Solo dabas amor,
Buscabas el bien de todos.
Tú, que quisiste ser fuerte,
Pero eras frágil.
Buscabas la alegría,
Y te envolvió la tristeza,
Con tu mirada dulce,
Tú has sido la mujer que yo he querido,
Con locura.
Y ahora todo son lágrimas.
Fuiste la alegría y la gloria de mi vida,
Amor inolvidable,
Donde yo me apoyaba.
Tú venciste la pobreza,
Con la humildad donde solo habían abrazos.
Tú fuiste de corazón grande,
Y lo repartiste para todos.
Tú que has sido la única verdad,
La verdad que nunca termina,
A la que yo amaba.
Tú, mujer, me encontrarás por el camino,
Y nos amaremos de nuevo,
Porque yo te espero.
Oh mujer, dulce rosa bella,
¿dónde estás? Ven a verme.
Que mi vida sin ti,
Mi alma, se desespera.
- Autor: Manuel Ayuste ( Offline)
- Publicado: 30 de junio de 2011 a las 11:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
Comentarios1
me gusto tu poema =)
te agradezco que te guste. saludos. manuel.
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