La fiebre ya
cansina golpea la cabeza del escribidor:
“Gimotea
las palabras
Cual
embrión
En
umbral de aborto (…)
El tiempo y la
enfermedad no se apiadan de él; qué síntomas son esos garabatos en su piel? El
escribidor continúa:
Parapeto
de mi enfermedad
Que me
dura como síntoma (…)
Apenas se dibuja
su silueta en la penumbra; sus sollozos decoran su larga estancia en el lugar:
Esta
cuasi levedad de mi ser (…)
Su cuerpo desnudo
expuesto como su más íntima libertad; la piel limpia como el papel:
Embrujo
y locura
Derrotero
de una insistencia
Declaro
que estoy cuerdo
Declaro
que se equivocaron
Declaro
que aún existo.”
En ese insólito lugar,
el escribidor se había agenciado de una filuda y pequeña navaja y con él, había
escrito ésto, inmune al dolor, garabateo una parte de su cuerpo como queriendo
protestar por su encierro, y tal vez, sellando con él, alguna condena real o ficticia.
- Autor: valentino arrabal (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2011 a las 11:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
Comentarios3
Muy bueno, que interesante forma de plasmar el pensamiento, hace un buen rato no me entretenía tanto leyendo, me ha agradado leerte, esta plasmado algo de tu ser en cada una de tus descripciones, un saludo, L'
Me alegra que te haya gustado.....espero darte mas placer con lo que escriba mas adelante.....Saludos de valentino
Unos verso que evocan los vericuetos del pensamiento agudo, crítico y cuestionador. Gracias por compartir.
Pues si es algo de eso....gracias por compartir tu comentario
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