Mi corazón salió tras de ti sin cerrar la puerta,
salió de prisa a seguir tus huellas,
cuando leí esa carta que escribiste con tristes letras,
en la que decías que te marchabas, que te ibas muy lejos.
Te miro pasar el puente donde antes, bajo la luna llena te abrazaba,
donde besaba tus labios y nacían de mi boca hermosas palabras,
cuando callábamos las voces con silencios,
en un vaivén de caricias, de amor y de besos.
Ahí, donde anteriormente se daban nuestros románticos encuentros,
se posaban tiernamente nuestros sueños y se paseaban en tus delicados cabellos,
donde nos esperaban las estrellas, la luna y nuestros deseos,
desde ese puente donde nos acompañaba el otoño a nuestro lecho.
Queda, hoy, en el aire suspendido el olor de tu ausencia,
impregna el tiempo que en las cuatro estaciones la tristeza cuelga,
ahora sólo el sentir triste del dolor queda,
la soledad se apodera de la tarde y un hondo vacío dejas.
Ya no volveré a ver la delicadeza de tu hermosa cara,
buscare en el silencio el recuerdo de tus amorosas palabras,
tu inocencia entre mis recuerdos, en el fuego y el agua,
quiero atravesar ese puente para tener en mis brazos
nuevamente tu cuerpo y alma.
Beso a beso, caricia a caricia sentirte en mis sentidos,
escuchar tu tierna voz hablarme al oído,
amarte mucho más que antes, mas que en un principio,
llevarte con mi amor a un lugar oculto y desconocido.
Ahora sin ti sólo me acompañan mis miedos,
caí en la poca luz que queda en mis recuerdos,
me lleno de dolor conforme pasa el tiempo,
ay mi amor! ¿Por qué tu presencia depende tanto de tu cuerpo?
Llena nuestra habitación la opaca luz del otoño,
imagino tu presencia que se refleja en mis ojos,
todo es tan extraño, tan ausente que me observan los pajaritos curiosos,
se extrañan que sea tan diferente y ajeno todo.
Miro el crepúsculo que cae frente a mi ventana,
igual que nuestro amor cayó al final de la alborada,
dicen que todo tiene un final y tarde o temprano acaba,
¿Por qué también nuestro amor tenia que tener un final?
¿Por qué si nos amábamos tanto se apagaron nuestras miradas?
¿Por qué tiene que vagar mi corazón como un niño hambriento?
¿Por qué tuviste que alejarte y dejar inconclusos nuestros deseos?
¿Por qué nuestros corazones no continuaron hacia el cielo su ascenso?
Sólo fueron palabras rápidas y entrecortadas,
un amor que termina y que sólo queda entre el la distancia,
dijiste adiós y ni siquiera volteaste tu cara,
ni vi caer lágrimas de tus ojos ni apagarse tu mirada,
ahora el tiempo ya no nos une, sino que nos separa,
ya no estás aquí, mi esperanza se acaba.
“Quedó tu voz guardada en todas las cosas, es tan triste ver la casa vacía sin tu presencia, creo, a veces respirar tu aroma, y escuchar como caen los pétalos de las rosas, me doy cuenta que sólo es una ilusión, ya no eres la misma mujer, ya eres otra.”
- Autor: Geovani ( Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2011 a las 02:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 114
- Usuarios favoritos de este poema: Rocío V-P.
Comentarios2
El amor no deja a nadie indiferente, me gusto tu poema, gracias.
fascinante !!!
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