Náufragos en el desierto o desacierto de la vida…

Con sed de saber más, caminamos sin rumbo,

Con sed de sabernos acertada una elección, vamos por el mundo,

Con ojos de bondad o malicia, será que vez la vida?

Una pregunta flota en el aire.

Lo cierto es, que la vida se presenta a ti, tan dulce como ella sola.

Tan cierto como es, que el amor cambia vidas…

Como tan cierto, también puede cambiar el pensamiento del hombre más culto,

Irónico, pero real…

La vida se presenta indistintamente, sin buscar orígenes ni el color de la piel.

La vida, inspiró a muchos, a tomar coraje para luchar por ideales,

Ideales, en distintas direcciones…

Direcciones, que al final del camino se entrelazan  por el amor propio…

Por lo que representa, la felicidad…

Es, así que te aproximas en el sendero de las mil vías,

Cada amanecer antes de despertar sueñas alcanzar tus ideales,

Ideales que te hacen perseverar cada día más,

Cada día, con esa tenacidad que sólo tú  puedes dar…

Luchar con el único fin, de regalar tú esencia, la luminosidad de tú amor.

Amor propio, que te enseñó a ser leal con la vida,

Vida, sumergidos en lo prosaico, retornando en el tiempo,

Buscando la sensibilidad genuina de tu ser,

Luz de esperanza…

Esperanzados en la vida, de vivir bellos momentos del puro amor legítimo.

Amor  irreprochable de buscar la felicidad,

Ingenuamente anhelamos ser los transformadores de cambiar una vida,

Para integrarla y embargarla en el sublime sentimiento de un amor verdadero,

Dejando en el pasado las trivialidades de lo subjetivo.

Como un niño, aceptas la máxima esencia del amor,

Como un niño antojadizo, buscas con intensidad alcanzar al final, la paz interna del amor.