Aviso que he vuelto después de muchos años ausente.
En tiempos aquellos
cuando
recorría
con desesperación
las calles
buscando trabajo,
sabiendo que en casa
me esperaban:
el hambre y el
reproche y la incredulidad,
arteros enemigos en
las bocas de la incomprensión.
Cuando en el menor
pretexto
se alzaban las
voces,
y ecos retumbaban
bajo mis tacones,
recriminaciones y
fábulas necias,
y entre las manos
apretaba
la angustia en el
aire.
Fatigas que vienen
por desandar
lo andado, para
volverlo a andar.
El sol me pesaba
sobre el hombro
con el peso de todos
los fotones
de una tormenta de
viento solar,
concentrados a través
del biconvexo
cristal
de una lupa
gigantesca.
En esos tiempos que
el ayuno prolongado
era el insospechado
sacrificio
del peregrino
que marchaba hacia
el santuario
de la esperanza sin
conocer a cuál dios
levantar su
plegaria,
sin conocer el lugar
donde se erguía el
altar
dónde debía
presentar su ofrenda,
desesperada.
Levantaba los ojos
hacia el cielo
el urbano
trashumante,
y ante el silencio
imperante
levantaba el puño
deshilachando su
miseria
en gritos
irreverentes. De insensatez
y de angustia.
En esos tiempos
aciagos,
solo un canto pudo
rescatar
mi corazón de la
aniquilación
total que amenazante
levantaba
su hacha para
degollarme.
Le debo a Violeta
Parra
el pago de mi
rescate.
Fue la respuesta de
Dios
en los versos de
Violeta.
Ahora lo comprendo
bien.
- Autor: Carlos Cabonaro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2011 a las 01:49
- Comentario del autor sobre el poema: En los primeros días de mi juventud, tuve que afrontar responsabilidades propias de un hombre, no de un muchacho. El mundo se me vino encima, (los detalles los explica el poema). La Canción \\\"Gracias a la Vida\\\" se convirtió en mi particular himno de fe.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: Luis Rayo
Comentarios1
Estimado amigo:
Yo también me casé muy joven. Era necio y sordo y como todo tuve que pagar las consecuencias. Por eso estos versos que ahora me acompañan, reflejan una etapa triste de mis andares por estos lares. Dios me enseñó muchas cosas, incluso me señaló el camino y unas noches en mis sueños lo escuché, recuerdo lo que me dijo, pero no entiendo porque me lo dijo y te cuento esto porque hay pocas personas que pueden creer que en los sueños luego existen revelaciones, también es cierto que uno puede imaginar cosas.
Te envío un saludo y una gran admiración por ser un servidor del Creador.
luis
Luis, ante todo, muchas gracias por tu lectura, y además gracias por tus palabras que hasta hoy que regresé para mirar este poema, he podido leer. Tenía tiempo de no asomarme a esta página de Poemas del Alma, Espero que aun sea tiempo de agradecerte tu tiempo, y lo que has dejado escrito. En estos caminos de Dios, uno se profundiza de tal forma que otras cosas dejan de tener relevancia. Hace unos días comencé nuevamente a escribir, que es también una forma de servicio para el Creador. Que haya grandes bendiciones en tu vida.
Shalom
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