Ballesteros

Von

Para Pilar Muñiz Muñiz   Soneto XVII

 

         No pudo con la luz siempre lozana

La muerte, al arrancarle, con despecho,  

El tiempo de la vida, sin derecho,  

Más claro que la claridad temprana.

       La tarde se besó con la mañana  

Y en muerte se tradujo sobre el pecho

La sombra silenciosa que, al acecho,

Tan fatua pareció primero y vana.       

Dejó, como si fuera una sortija

Cuajada de luz bella y señorío,  

La joya de su amor y su ternura.

       Cariño hizo su ser extenso río

Que, al dar al mar su llanto, aunque lo aflija,  

La ausencia de su voz y su dulzura.

 

2008 © José Ramón Muñiz Álvarez

“Las campanas de la muerte”

Segunda parte: "Los ballesteros de la tarde"

Todos los derechos reservados por el autor.

 

 

 

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  • Autor: Von (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de julio de 2011 a las 18:19
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 16
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Comentarios +

Comentarios1

  • Pachuco

    Si bien hay una rima cuidada y desarrollada, el poema en si mismo carece de significado fuera de su contexto, que suponemos existe.
    No se sabe a quién se refiere, ni quien es el objeto de la reflexión. Saludos



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