Cuando patrulles la ciudad y sientas tuya y te engrandezca la misión de su custodia, aunque lejos de tu tierra y de los tuyos.
Cuando veles por el sueño de los otros y les cubras con el manto de tu
guardia;
Cuando el eco de tus pasos en la noche, represente la paz en cada esquina, bajo el sereno control de tu mirada;
Cuando el frío y el sol muerdan tu piel, sin que se mueva un músculo en tu cara;
Cuando el miedo penetre en tus entrañas y se encuentre cara a cara con tu fe, sea esta cual sea;
Cuando tengas la humildad de los valientes, para ordenar hacer lo que
más cueste y los hombres te sigan por ti mismo, aunque vayas incluso hacia la muerte;
Cuando impongas respeto y disciplina, con tu sola presencia ante quien sea;
Cuando nadie juzgue tu conducta, porque no des lugar para que lo hagan,
y el código de honor que guíe tus actos, marque el norte vital de tu existencia;
Cuando la mirada del hombre de otra raza, del pobre o del adicto no encuentren en tus ojos recelos ni reproches;
Cuando en ese amanecer en que la noche se ha llevado a un compañero
mires al Cielo agradecido a Dios por ver de nuevo el día,
que en el llanto de huérfanos y viudas encuentres para luchar tu luz y guía;
Cuando el surco caliente de una bala, rompa el espejo negro del silencio
Cuando florezca un clavel ensangrentado en tu pecho o en el del compañero y eleves al Señor una plegaria, sin rencor, ni queja, ni lamento;
Cuando debas tirar y tu disparo sea sin odio y a la vez certero;
Cuando aceptes morir solo en la calle, teniendo como mortaja el firmamento y aspires a formar junto a los otros, que hacen guardia entre los luceros;
Cuando seas imparcial contigo mismo, sin creerte poseedor de las verdades;
Cuando puedas reprimir impulsos propios, desechando egoísmo, envidia y vanidades y logres irradiar, sin falsas poses, esa hombría de bien con que se nace;
Cuando estés consciente totalmente de tu hermosa misión en esta tierra;
Cuando no te encandilen los honores, ni el poder se te suba a la cabeza
y el dinero no pueda doblegarte, ni ponerle precio a tu decencia;
Cuando eso consigas con tu esfuerzo, recién entonces habrá llegado el día
en que puedas gritarle al universo, por la Gracia de Dios…soy POLICÍA.
- Autor: alexei (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2011 a las 22:39
- Comentario del autor sobre el poema: ES UN ESCRITO DE UNA BELLA COMPAÑERA.CRISTEL GUERRERO, GRACIAS POR ESAS LETRAS Y QUE CON ORGULLO LO DICES.
- Categoría: Sin clasificar
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- Usuarios favoritos de este poema: ZAHADY
Comentarios2
¡¡ MI CORONEL!!...
Y YO AMIGO MÍO... ESTOY ORGULLOSA DE TI PORQUE CUMPLISTE A CABALIDAD CON TODOS LOS CUANDO QUE ENUMERASTE EN ESTE POEMA...
Y...¡¡GRACIAS A DIOS ERES POLICÍA!!
Ese es el cúmulo de virtudes que debe tener un ciudadano de honor, a quien la sociedad le ha encomendado la protección de la vida y los bienes de sus semejantes. Lamentablemente los cuerpos policiales de muchos países en el mundo han sido permeados por la corrupción y la complicidad con el delito, minando la confianza ciudadana en esa Institución, tan primordial en cualquier Estado para garantizar el Orden, la Seguridad y la vida de los ciudadanos. El Policía ideal es el que se corresponde con los parámetros enunciados en tu prosa con admirable pedagogía, por el alto contenido de los valores éticos y morales que definen, en su acepción más pura y universal, el Deber Ser del Policía. Firmemente creo que ustedes encarnan en una Sociedad el paradigma más fiel de la sindéresis, la equidad y la justicia, y que por lo mismo merece gozar de unánime respeto y el mayor de los afectos en el medio social donde se desempeñan.
Tu Desiderata me ha conmovido y en suma, si me lo permites –respetando desde luego el crédito de tu autoría- podría difundirla en las instituciones y los medios a los que puedo acceder en mi País. Por lo demás, te adelanto mis sentimientos de consideración y el aplauso de mis más sinceras felicitaciones, por esa Pieza de tan singular vigencia, en un mundo con la autoridad menguada, atormentado por la sospecha, la inseguridad y el miedo. Recibe, Alexei, un fuerte abrazo…!
no es de mi autoria el crédito es de una compañera mujer, madre y ejemplar compañera, de la cual hago y le doy su crédito, porque ella es la que lo escribio y compartío con nosotros que no se asimila en el trabajo, lo desempeña, con notable profesionalismo, y claro que Cristel Guerrero como yo estamos contentos de que hagas pública este escrito nacido de su corazón de policia leal.
un abrazo
yuri alejandro
Gracias a Cristel y a tí por tan amable deferencia. En breve procederé a darle la más amplia difusión a ese interesante trabajo que sin dedua, va cumplir un cometido de singular importancia, como material didáctico para la exaltación de valores en nuestras instituciones policíales. Les envío un fuerte abrazo y les reitero mis más sinceras felicitaciones por tan valioso aporte. Felicidades, amigos...!
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