He catado el dulce sabor de una fruta prohibida,
hasta he saboreado algunos labios perversos.
He caminado por campiñas vestidas de flores
y mucha veces, he sufrido entre las dunas de un desafecto,
He ido por el mundo creyéndome libre de buscar una mujer, para calmar mis apetitos de hombre.
De la vida conozco casi todos los secretos, hasta aquello que se juegan a escondidas debajo de las aguas de un mujeriego río.
Pero mi alma jamás había sentido el calor que sólo puede brindar
una mirada tibia llena de afectos y devociones.
He ido acechando al amor como lobo a su presa, en estos largos años en que me he sentido lleno de hastió.
Hoy las nieves del tiempo se hicieron visibles en mi cabeza.
El camino se acorta y voy llegando al final del itinerario, donde hay un precipicio de donde no se regresa.
Pero me quedó en la boca, el dulce sabor de un beso del alma, de aquella mujer que me regaló su vida, su amor y los más agraciados momentos.
Me iré de este mundo con algunas vergüenzas de cosas que he hecho, pero con el alma plena de satisfacción por las miles de obras buenas que he realizado y por haber tenido la certeza de haberme encontrado al final del camino, con el amor perfecto y eterno y de mis amadas letras.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2011 a las 12:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: Principito
Comentarios2
Que bonito recorrido haces de tus sentimientos pasados, y de las emociones que vinieron de esas experiencias, que consciente de la vida, de un camino donde se mira atrás con la conciencia, bien despierta.
Pero me quedó en la boca, el dulce sabor de un beso del alma, de aquella mujer que me regaló su vida, su amor y los más agraciados momentos.
MARCO HERMOSAS LETRAS ....ME GUSTO LEERTE
ABRAZOS DTB
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