De un hilo de agua, se hizo un enorme rio, quizá porque no cuesta bajar del cume de la montaña, hasta el valle.
Nacimiento, crecimiento, juventud, al llegar abajo, empieza la lucha por querer como el salmón subir contra la corriente, hasta la nascida. Así somos en verdad, cuando nos aproximamos del mar, no queremos mezclarnos con él, sabemos que dejamos de ser nosotros, que nos mesclamos con su agua salada, ya no somos dulces.
A la raya del estoy batallando, hace mucho tiempo, no quiero dejar de ser rio, quiero ser dulce, no llena de sal.
Es difícil y fatigoso, pero lo intento, de todas formas.
Mientras bajaba, he dado de beber, mi cariño, a mis Padres, a todos lo que eran muy cercanos.
Cuando ya estaba en el valle, en mis aguas, adormecí mi hija, la besé, la amé, y la defendí, le he dado todo de lo más sublime que una Madre puede dar.
Aun hoy, mismo cansada de luchar para no entrar en el mar, sin que ella sienta mi mano sujetándola, lo hago.
Ella está muy cerca del mar, no quiero que sea tragada y se mescle con la sal.
Tiene una hija, que viene aun por el valle y quiero que la defienda, de las olas, tiene que esperar por ella, yo de piedra y cal allí estoy también, son mis tesoros. Por mucho esfuerzo y dolor, nunca las dejaré.
Las quiero mucho, quiero tenerlas junto a mí. Cada una con su vida, pero en mi rio, separadas, pero juntas.
Lo que deseo es que si un día tenemos que ser mescladas, que es lo que tiene que ser, nuestra entrada sea en un mar calmo, sin olas en furia, pero calmo y azul y que nunca dejemos de ser dulces, y el salitre, no haga heridas profundas, en nuestros corazones.
De mi para vosotras, mi amor, mi esperanza, que seáis felices. Yo de lejos vos miro y vos amo.
Vuestro sitio, nunca será ocupado, por nadie ni nada, tengo sitio, para amar más alguien, sin mesclar unos con los otros. Es distinto, lo que siento por vosotras y lo que siento por el hombre que amo.
Mi corazon tiene sitio para todos, es inmenso, solo tenéis que pensar en mi como madre y abuela, pero también como Mujer!
Somos tres, así será siempre, aun que falte una, somos a misma tres.
Dejarme ser feliz, como lo deseo para vosotras, nada más pido que me dejéis ser un rio batallando para no entrar en un mar salado y sujetada por la mano de mi amigo querido lo voy a conseguir.
Oporto, 7 de junio, de 2011
Carminha Nieves
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de julio de 2011 a las 08:00
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 86
Comentarios1
BRILLANTE POETA, ME GUSTA TU MANERA DE PLASMAR LAS LETRAS , ESTABA DE VACACIONES , POR ESO NO TE RECIBIDO EN SU MOMENTO , UN FUERTE ABRAZO, STELLA
Lo que deseo es que si un día tenemos que ser mescladas, que es lo que tiene que ser, nuestra entrada sea en un mar calmo, sin olas en furia, pero calmo y azul y que nunca dejemos de ser dulces, y el salitre, no haga heridas profundas, en nuestros corazones
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