La virtud y el vicio compaginados
En la cualidad envuelta en defecto
Enterrada en un hombre desterrado
Relegado a un mundo imperfecto
Como una broma de muy mal gusto
Se sembró una incógnita en la mente
Trayendo tragedia y también sabiduría
A veces querida, a veces inconsciente
Arrastrando al alma hacia la soledad
El entendimiento se vuelve otra carga
El miedo que acompaña a la sobriedad
Cuando la razón, al cuerpo, embarga
La solución a los problemas mundanos
Abre la puerta a aquellos existenciales
El conocimiento marcado en las manos
Nos lleva a los parajes más demenciales
La tranquilidad de abandonar el instinto
Se vuelve una antesala para el infierno
Para aquella cárcel, despiadado recinto
En que el relativo es constante invierno
Las ideas convertidas en filosas dagas
Con punta plateada pero envenenada
Llenando el cerebro de dolorosas llagas;
Las respuestas forman una encrucijada
La virtud de añorar el conocimiento
Convertida en vicio ante su infinidad
La verdad de la finitud es un lamento
Ante lo incomprensible de la oscuridad
Y es que la flama es tan insignificante
Para encender la noche desconocida
Que el alma se torna fantasma errante
Y poco a poco va quedando dormida
Sueño que la envuelve en un capullo
Protegiéndola del frío del universo
Que reniega darle aquello que es suyo
Otorgarle el origen de sus versos
Darle la brújula de su incógnito origen
El significado que tiene su miserable vida
Y la mantiene jugando en un sinsentido
Hasta arrancarle el aliento, desprevenida
La virtud y el vicio de buscar los secretos
Que se esconden en la caja de pandora
De revelar el horizonte presentado incierto
Para darle al alma, eso que tanto añora.
Andrés Ruiz H.
- Autor: rouz64251 ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2011 a las 18:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 339
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