Torrente de pasión que me devora,
generosa ambición, dulce destino;
sublime encarnación de lo divino,
lucero que ilumina mis auroras.
Perfume de una brisa bienhechora,
Flor hermosa plantada en mi camino,
Maremoto, huracán y remolino,
Refugio en que la gloria se atesora.
Todo eso eres en mi alma desde el día,
que cruzaste tu huella con la mía,
impregnando en tu aroma mi sendero;
Hoy no puedo vivir sin la locura,
de estar encadenado a tu hermosura,
y sólo respirar, porque te quiero...
- Autor: julio0302 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de julio de 2011 a las 22:55
- Categoría: Amor
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: ABUELO1990
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