Llueve a cántaros, el cielo dejó caer su embudo de llanto, hasta las sombras son náufragos reversibles, brillan aferradas a la bondad del cemento como peces fijos, en mitad de éste caos tu boca sin ti aún me besa, haces que me sienta a tu lado a pesar de no estarlo. Arden los campos de mi sangre y mi humo se posa sobre tu cabeza como una bandera de rendición a ti. Has triunfado sobre mi corazón y alma, llévate esta lluvia, llévate este incendio en mi linaje y ocupa sus lugares, aquí, forra mis huesos con tu carne definitiva, que la única distancia existente sea desde tu boca a tu vientre, en tu cuerpo, mujer.
LRL
27-7-2011
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de julio de 2011 a las 15:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
Comentarios2
Tiene una onda heroica que es muy genial.
Saludos, che!
Oh my god!!! que belleza poeta... 100% tuyo.
Gracias por coliriar mis pupilas, che!
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