Valdivia no pensó
Que un conquistador
Como el no acabaría como tantos
En un hotel sin santos.
El siendo tan castizo
No se pudo casar con doña Inés.
Se hallaba ya casado en ultramar
A ultranza
Con doña Marina
Señora de improbable alcurnia
Algo ladina
(Turnia)
Para alguien como el de Badajoz.
El siendo un buen amante
Guerrero infatigable y fundador
Tuvo que renunciar a esa mujer
Que por guerrera
Merecía el honor
Y su gran pujanza en el amor.
Así es como fue a dar a Concepción.
La guerra con Arauco
Que Alonso de Ercilla describió
Como un pueblo aguerrido de gran valor
Fue para el su desazón
Y su cabeza puso en ella
(No sin sentido)
Pues la otra la guardó
Después que recibió
Del rey esta ordenanza.
“No podéis seguir con ella
Eso es bigamia.
Es una infamia
Y vos sabéis que os debéis a la corona
Dejadla ir
Y proseguid en celibato."
Firma rey Cato.
(Noble persona)
No queriendo una querella
Con sello real
Se fue cual vendaval
Fundando pueblos
Para olvidarse de esos brazos.
Luego murió en Tucapel
Bajo un mazazo
De Leucotón.
Y hoy en esta habitación
Con muy poco recato
Voy a fundar una ciudad
Con arrebato de animal
Allí en tu piel
Al natural
Inaugurando en este hotel
Mis arrebatos
Y así vengar
Al gran conquistador
Que no le pudo ni poner
El ojo a un gato.
Que la corona me perdone
Este tremendo desacato.
Yo que aún estoy casado
Y tu estas
Por sucumbir ante mí
(Que acto más osado)
Por mi buen trato.
- Autor: Boni (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de julio de 2011 a las 11:30
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 47
Comentarios1
Me han dicho que ese hotel es maravilloso! Fíjate, con fama internacional y todo!! ¡Jajajjaja! Disfruta Boni.
Un abrazo,
Pinona
Un beso grande y nostálgico.
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