Amor cristalino.

Esa flor en la que nuestro amor se posaba,

antes de que nuestros besos lo invocaran,

antes de que llegara a tu inocente alma,

antes de que cruzara la frontera de tu pecho de niña enamorada.

Oasis proyectado en el paisaje de otoño,

de la recién llegada noche con gotas que caen muy poco,

me miran con amor tus románticos ojos,

embelesados, de dama hermosa, pasionales y amorosos.

Con caricias llenas de ternura nos sorprendemos,

nos persiguen a donde vamos nuestros recuerdos,

en un pequeño momento se escriben, son expresos,

se pintan eternamente en un lienzo,

lejos de aquí, allá junto a los ángeles en el cielo.

Caemos en nuestra alcoba para amarnos de nuevo,

para darle a la noche nuestros versos,

en el indefenso corazón tuyo donde hacemos eco,

proseguimos con caricias en nuestro rincón, entre sombras como gatos negros.

Hace eco la brisa liviana del verano,

no puede apagar el fuego de nuestros cuerpos que de

un momento a otro con más pasión se desearon,

incendian la habitación con besos en los labios.

Amor entre dos seres que no puede ser sosegado,

una noche que las nubes y las estrellas se despertaron,

amor que existe y vive por años,

alcanza a llenar al río que va de paso.

Las olas del mar rompen en los acantilados,

vienen para enviarnos su brisa desde un horizonte lejano,

nuestro amor todo unifica, con ellas viene tu nombre en el mar del verano,

el tiempo se detiene un instante, en un beso momentáneo.

Rodeas mi cuello en un tierno abrazo,

está esparcido el romanticismo en todo nuestro cuarto.

Nuestros cuerpos en la alcoba encuentran su camino,

Todo es tan real, tan intenso, tan bonito.

Se llena todo con intensos colores,

inundado con el aroma de las flores,

lleno de amor intenso y único, de enamorados,

un idilio que es nuestro, lleno de sonrisas, de instantes apasionados.

Íntimamente se cruzan nuestras miradas,

nos besamos con bocas extasiadas,

el amor las deja sumamente contagiadas,

cuanto más me besabas, mucho más te deseaba.

“Con suavidad mis manos recorren tu figura, las caricias llegan hasta las tuyas, ¡Amor tan cristalino que nos llena de vida! Me llena de ti, de tu alegría, un amor que lo vivimos de noche y de día, lo compartimos hasta que nos encuentra el alba, recorriendo la orilla del lago, estremecidos de amor hasta nuestras almas.”