Aviso que he vuelto después de muchos años ausente.
Si los hombres prestáramos atención
cuando somos hijos,
a la voz de un padre
cuando nos habla de los caminos de la vida...
Si los golpes que nos damos al caer,
si las vergüenzas
que nos hacen pasar los fracasos,
sirvieran al menos para que nuestros hijos
no cayeran en los mismos errores.
Yo, quizá habría podido evitar a mi hijo,
tener que descender al frío
y a la obscuridad de una mina,
a donde nada tendría que hacer hoy,
si me hubiera escuchado.
O según él,
si yo no lo hubiera dejado
cuando contaba con tan solo cuatro años de edad.
Pero qué vamos a saber
hasta dónde puede llegar a doler un divorcio
o qué preferirá un hijo,
si este, o vivir el infierno
de una pareja de padres que riñen
a todas horas y por todo.
Si los hijos, no pretendieran castigar a los padres,
no se castigarían a ellos mismos.
Si los jóvenes comprendieran
que se les habla de fe,
para que no lleguen a perder el rumbo
por ir detrás de "la vida".
Si nos dejáramos de esa respuesta trillada:
"déjame cometer mis propias equivocaciones",
con la cual escupimos
sobre el consejo de un padre o de una madre.
Si la necedad de las personas, no fuera tan grande...
quizá mi hijo, no estaría ahora mismo
trabajando en una mina, Dios sabe dónde.
Solo Dios sabe qué busca
hacer de él con este avatar.
Lo único que sé, es
que si yo lo hubiera sabido a tiempo,
lo habría detenido.
Pero quién sabe, seguramente
que le habría interrumpido
en el proceso de ser lo que se dice: un hombre.
- Autor: Carlos Cabonaro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2009 a las 15:52
- Comentario del autor sobre el poema: Este no es un poema, es una extraña carta de amor que le escribo a mi hijo, en la cual hay un remitente y dos destinatarios, mi hijo y yo. Porque lo escrito para él, lo escribo recordando al muchacho imprudente que fui en un tiempo tan remoto que parece las cosas que me pasaron a mí, le sucedieron a otro... al que fui, quien solo guarda un lejano parecido con el que soy ahora, por ese proceso que los hombres llamamos madurez, y los creyentes decimos que se trata de la obra de DIOS en nuestras vidas.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 124
- Usuarios favoritos de este poema: Lluvia Tropical
Comentarios3
esta hermoso amigo, y es real todo lo que dices, los consejos de los padres, son escupidos por sus hijos... que buena reflexion, te felicito amigo
Me parece una reflexión muy sabia,con esa sabiduría dolorosa que la vida nos da a golpes, pero que siempre es bienvenida, porque seguramente incidirá en nosotros y en los que amamos.
Una catarsis valiente y muy bien expresada.
Mi saludo fraterno.
Silvia.
Exelente exortación ,el mensaje muy claro ,.Interesante tema.
Seguro será útil a muchos
Shalom
Lluvia
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