Es lívida mano, que seca tus
Lágrimas; y entre sollozos;
“El olvido….” y “El recuerdo…”
Se han ido….
Tu libertad, tu adeudo,
Tu delicadeza y tu hijo.
Mujer sin rostro;
Hazlo; tienes permiso
Para dudar de Dios.
-El desasosiego acuña el aire,
Entre caretas mitigadas y
Expectantes.-
La niña que se asoma
Intangible, con un
Semblante místicamente
Bello.
La cristalina mañana,
Sin aroma…
Mujer sin alma;
Hazlo; tienes permiso
Para dudar de Dios.
Este día no tendrá nombre,
Y tus manos serán eternas…
Eternas como el destino;
Eternas como el abandono,
Eternas como Dios…
Respira hondo mujer,
Esto pasará muy lento.
Mujer sin amor;
Hazlo; tienes permiso
Para dudar de Dios.
Eres y no.
Sabes y no.
Quieres y no.
Lloras y callas….
Vez en Aquel, que come un trozo
De pan distraído Y en aquella
Que a desgajo llora y gime,
El rostro de tu pequeño…
Mujer sin nombre;
Hazlo; tienes permiso
Para dudar de dios…
© Maximiliano José Cabrera.
- Autor: Evans (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2011 a las 16:10
- Categoría: Triste
- Lecturas: 661
- Usuarios favoritos de este poema: ABUELO1990
Comentarios1
BELLAS LETRAS , UN PLACER LEERLAS . TE ABRAZA, STELLA
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.