Respiro de libertad.
De esa sapiencia
propia y subjetiva
de los libros.
Húmedo dejó la noche
el rostro verde.
Violín silenciado
por las lágrimas de piedra
que ruedan versos y colores
en el papel teñido
de piel y hueso.
Respiro de libertad.
De esa sapiencia
propia y subjetiva
de los libros.
Húmedo dejó la noche
el rostro verde.
Violín silenciado
por las lágrimas de piedra
que ruedan versos y colores
en el papel teñido
de piel y hueso.
Comentarios3
AMIGO MIO,LEO TU ESCRITO POR PRIMERA VES Y QUEDO MARAVILLADO COMO TE EXPRESAS Y CON CUANTA LIRICA,BIENVENIDO,UN ABRAZO
Me alegro de que te gustara amigo
Saludos!
es bueno
Muchas gracias 🙂
me gusta mucho tu brevedad, que por ser menos, es más...
Ooh gracias amigo,
si tengo cierta tendencia por la brevedad en los poemas,
me alegro que te gustara
Saludos
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