El don perfecto de Dios:
La muerte de su hijo, Jesús al Calvario.
El regalo más precioso de Dios:
Cuando Jesús ressucitó de su tumba,
Borrando nuestros pecados para siempre.
Su ressurección es nuestra victoria.
Aleluya, ya manifestado el amor de Dios!
Crucificado Jesús, herido a causa de nosotros.
Resplandece su luz en nuestra vida,
Rescatados nosotros de la ira de Dios.
La sangre de Dios fluye por nosotros,
Así que cada día es llena de adoración.
- Autor: Kumala (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2011 a las 05:10
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 59
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.